19 junio, 2006


Capítulo 33

Desde que le conté que esa ex, la tal Susana me llamó, Macarena está rara. Bueno, es un eufemismo tratarla de rara, en realidad apesta, como yo, su servidor (el de ella, no el de ustedes.)

Pero para ser enteramente justo, debo atribuir su estado de ánimo a otras cosas que mi mezquindad me impide ver. Claro, yo, mi yo, es siempre la razón por la cual las evidencias aparecen borrosas.

Sé que la principal causa de su malgenio es ese puto trabajo que la tiene encabronada como a toro ante el piquete. El horario la mata, el jefe es un pobre desgraciado que, sin dejar de ver sus bellas piernas, la trata como a vaca de camal. Siempre cambia, el jefe, de idea. Un día dice que su trabajo está bien, otro se queja porque la agenda está demasiado apretada y siempre, pero siempre quiere verla en su puesto así él termine pasadas las 22h00.

Y claro, cuando llega a casa Samuel duerme, y yo, cansado de jugar a los Power Rangers o al Hombre Araña tengo la cara del marido sufridor que ha dejado su vida profesional e intelectual por criar a conciencia al hijito de su madre, que a veces es el Samuel.

Y mientras su jefe se impone hasta en nuestras conversaciones, claro, de polvos, ni hablar. Y eso, estoy seguro, es lo que nos tiene mal, ese círculo vicioso que nos cansa al punto de no tener ánimos ni tiempo de echar un polvo, y que por no echar el dichoso polvo estamos siempre tensos, dispuestos a sacar las uñas ante cualquier malentendido, a interpretar las palabras del otro con suspicacia, para acrecentar el disgusto en el que se convierten, a veces, no siempre, la cotidianidad de nuestros días.

Busco, entonces, la manera de revertir esta situación pero siempre, y aunque nunca lo he visto, la cara del jefe aparece ante mis ojos, aún cuando tengo mi narices hundidas en el perfumado cuello de Macarena.

7 comentarios:

Con alas para volar dijo...

Saludos, ya se me hacia raro que no escribieras nada hoy, no quiero asustarte para nada, pero que Macarena trabaje hasta pasadas las 10 de la noche porque asi lo quiere el "jefecito", disculpa pero no me cuadra, ponte pilas y eso de nada de nada, pues a cualquiera le pone mal genio, eso si no te ha empezado a doler la cabeza, la de arriba ehh! seria bueno que empiece Macarena por buscar un nuevo empleo.

Te cuento que ahi estoy luchando con los links, tratando, gracias por el tip.

Anita dijo...

Apestado, me gustas.

Lyla Bokà dijo...

He venido con la intención de devolverte la balada, porque tu tinta apesta tanto como la mía. No sé porqué no me llamó la atención este post, así que tuve que leerlo... ¿tu novia es tu novia o el jefe de tu novia? Sí, ya te metieron ideas nada olor a rosas.

alasdemariposa dijo...

¡qué lata¡ Este sistema de vida, donde un par de monedas norma nuestra existencia, lo único que permite es la muerte prematura.
Y todos se vuelven en pestilentes...

Anónimo dijo...

Hola, buenos días. No había venido pero volveré; procuraré leer desde el capítulo 1. Suerte y saludos.

Malamen dijo...

pana.. dejese de cosas y lleve a su mujer a un motel!!!

asi de maldito y asi de sucio tratala como si fuera un vacile o la aventura de la noche de farra. no creo que alguien te niegue cuidar a tu hijo mientras sales con tu mujer.

Algunas veces, (por experiencia) a las muejeres les gusta sentirse "sucias".. para salir de la monotonia... asi que hagale compadre.. levela al motel.. no si antes decirle lo mucho que la amas antes de entrar y despues de salir. Pero en el motel, desenfunde y pruebe todo lo que la pervertida imaginación de.

Anónimo dijo...

Where did you find it? Interesting read » »