03 julio, 2006


Capítulo 38

La omnipresente, mi suegra, arremetió con violencia, luego de una prolongada ausencia, cuyas causas ni quise ni quiero conocer.

Pero el miércoles, tras apacibles semanas de no ver sus dejos de gran señora, la omnipresente tocó la puerta. Como era de esperarse al tercer día de vacaciones, a esa hora de la mañana, las 11h00 para ser exactos, Samuel estaba aún en pijamas, metido hasta el cogote en un balde lleno de agua, sucia para entonces. Y yo, con un matorral por pelos, también metido hasta el cuello en los quehaceres domésticos, ni distinguí ni oí al esperpento que en el rellano de la puerta, a contra luz, lanzaba improperios al cielo y la tierra, al infinito y más allá, como diría Buzz Lightyear. Claro, Macarena, en su eterno y a veces vejatorio despiste, había olvidado advertirme que su madre pasaría por Samuel aquella mañana.

La doña puso el grito en el cielo cuando vio la escena y se llevó a Samuel, casi a rastras, para vestirlo antes de salir juntos de shopping. (Así es como ella llama importunar a los empleados y no comprar nada.) Yo solo oía que Samuel protestaba con poca autoridad frente a los remesones que significaban ser vestido por una abuela enajenada.

Luego solo oí un: “chao papi” y un portazo posterior. Indignado ante el hecho de que la Omnipresente se permita salir con semejante desaire de mi propia casa, llamé a Macarena para quejarme pero me encontré con la sorpresa de que toda la escena por la que había pasado se debía a una omisión suya.

Claro, por la noche yo tenía cara de perro, Samuel un montón de globos de promoción, mi suegra una queja más en mi contra y Macarena un rictus de arrepentimiento que solo el polvo nocturno pudo disipar.

10 comentarios:

Edipa dijo...

y bueno si el arrepentimiendo hace buenos polvos, todo bien!

Con alas para volar dijo...

Hola amigo, ya se me hizo vicio leerte. Ya sea mañanero o nocturno tu mejor aliado es un "buen polvo".

Anónimo dijo...

Mientras la omnipresente no interrumpa los buenos polvos... para lo demás habrá solución.

Diabolus(ex)Machina dijo...

Q vivan las suegras¡¡¡¡.... pero bien lejo...

Edmeé Diosa Loca dijo...

siempre me he preguntado qué se sentirá ser suegra?
o sea cuando te haces suegro de repente y de la nada te haces detestable no más así? es como cuando empieza la pubertad y te salen barros?
será una enfermedad que se pasa como la adolescencia o una vez suegra para siempre suegra?

Edipa dijo...

si hay suegras fantasticas !

OZNES dijo...

la suegra "es una fiera del infierno"... Tomado de The Omen (la original)

alasdemariposa dijo...

al menos los encuentros nocturnos son más reiterados ¿o no?
Hablas de tu suegra. ¿y la suegra de maca?

El Apestado dijo...

Alas: la suegra de Macarena, mi madre, vive en otra ciudad y pocas veces hablamos o nos vemos.

Edipa: No lo dudo, deben haber suegras fant{asticas. la mia no es que lo fuera, pero al menos, cuando yo no era un apestado, me trataba con cordialidad, igual que yo.

Edmeé: sí, supongo que algún día seré suegro. ya veremos lo que opinan entonces...

Marcel Pommiez dijo...

UFFFF! Las suegras: Un mal necesario....


Ojo, muchas veces nuestras mujeres se culpan para defender a sus madres.-

Buen relato y buen blog!

Saludos