10 julio, 2006

Capítulo 40

El horario y el frío en mi trabajo apestan. La primera noche casi muero de hipotermia. Quito apesta cuando hace frío y hiede de madrugada.

A las 18h55 debo tomar la posta del administrador diurno, quien para su salida tiene ya registrado a casi todos los pasajeros del hostal. Yo no puedo recibir a nadie que no esté registrado o tenga reservación, así me lo suplique. Mi trabajo consiste en ver que todo esté en orden, patrullar y sonreír. Es decir que soy el guardia nocturno, con título de administrador y sonrisa Colynos.

En mi turno, debo estar atento a la puerta por si algún huésped, borracho, intenta alcanzar el timbre, de madrugada. Toda la noche salen y entran los gringos y yo debo abrirles la puerta, darles agua si me lo piden, aguantar su indescifrable sentido del humor y pedirles silencio cuando se exaltan mucho. Es política del lugar no entregar las llaves a ningún huésped, por cuestiones de seguridad, dicen.

Al principio, lo confieso, logro mantenerme despierto, pero a la larga me vence el sueño y empiezo a cabecear sobre el sillón en el que me hundo poco a poco... hasta que el timbre me saca de un salto de mi nido y debo ver quién es, y timbrar la puerta de la calle, y luego abrir con mi mano la puerta de entrada, y cerrarla nuevamente tras el último trasero gringo.

Y así, toda la noche. Bueno, la televisión podría ser una salida, como lo es por un par de buenas horas el libro que ahora leo, pero está más allá de mis dominios y solo alcanzo una hora a verla, parado en una esquina del salón, a tiro de piedra de la puerta que será pronto mi obsesión. Muy por la mañana, a las 04h00 debo abrir la puerta para que salgan los primeros turistas a sus excursiones en la Sierra u Oriente, y debo ayudar a cargar sus maletas, y es ahí cuando recibo alguna propina.

Antes de salir, tomo un café bien cargado, de los que tienen listos desde las 06h30 para los turistas madrugadores. Pero a esa hora, la cafeína ya no tiene efecto sobre mí.

11 comentarios:

OZNES dijo...

... yo casi nunca duermo en las noches y nadie me paga por eso...

En fin... te recomiendo un exelente film japon{es para que lo disfrutes con tu chica.
Los japoneses, son dueños de una notable y milenaria cultura, y esa esepcional película "El Imperio de los sentidos", puede darte mucho para entender las grandes profundidades de la sabidur{ia oriental. Especial atenci{on requiere la propuesta de sushi que allí muestran...
PD.
Visita mi homenaje al Haiku

cralvbenalc dijo...

Pilas ahí proishor, hágase notar positivamente en el camello de pronto sale por ahi una recomendación de algún gringo, o quien sabe una gringa buscona aparece para quitar el frío...

(lo último es joda, lo de la recomendación de pronto si es viable)

saludos, una biena semana

Deicidio dijo...

Llevate una botellita en el bolsillo. Siempre alegra un poco.

alasdemariposa dijo...

Que decir si no estoy en tu posición.
Pero de corazón te digo
¡fuerza, energía y actitud¡

Pon todo lo positivo que te queda. En una de esas triviales conversaciones (monólogos si quieres) conoces a alguien que te de una nueva oportunidad.
No hay que descartar nada de ante mano.

Un abrazo fraternal

El Apestado dijo...

Oznes: yo ya no duermo, ni de dia ni de noche, pero es circunstancial. ¡Imperio de los sentidos! erotismo y muerte, un miembro cercenado y el sushi. MMmm, no se que decir.

Chinasky00: ya lo he pesnado, lo dificil viene al d'ia siguiente.

Atrapasue;os, Alas: atento atento, em copian....

Anónimo dijo...

Saludos, amigo:
Trabajo es trabajo, sinceramente creo que estas para algo más que eso!
att,
Helena

P dijo...

si la postura es que la vida está apestada de ti evidentemente todo te parecerá una sucesiva, obscura y carente de sentido maraña de idioteces.
Todo tiene un lado positivo, absolutamente todo, hasta estar zambullido en la mierda misma, pero supongo que encontrarás ese optimismo vomitivo y manoseado, entonces no voy a exponer mi teoría de la felicidad, que sin voluntad pierde todo su sentido.
Sí concuerdo contigo en que Quito con frío es apestoso y trabajar de noche debe ser podrido, concuerdo tb en que vivir de la caridad es peor que el hambre misma, en que es raro irse y volver y hacer todo de nuevo.
Tienes motivos para estar apestado, pero no son más que los motivos que tienes para estar orgulloso y bien contigo mismo, al menos eso parece...
Me gusta tanto leer y encuentro que relatas tu apestamiento tan bien, que en vez de escribir un post simpático he escrito uno completamente apestoso.. pffff...

en fin, gracias por pasar por mi e-casa y cuando salgas a abrir la puerta a los gringos, asómate a la calle un minutito y dime como se ve ese cielo tan exquisitamente acaparador de todas las estrellas, si?

Saludos,
P

alasdemariposa dijo...

si te copio...apestado¡
Sólo quise dar una visión desde otro ángulo. ¿okey?

El Apestado dijo...

Mademoiselle: quelle jolie nom tu as! Saldrá a las estrellas, y las contaré si es preciso...

Alas...: sí, creo que sintonizamos, entonces sigue con tu viisón, es eso lo que busco, creo.

Lyla Bokà dijo...

¿Y cuándo en Quito no hace frío?
Cambiemos un ratito de pestes... ¿si? tanto de todo apesta.
A mi no me apestan los borrachos de madrugada, siempre y cuando no vomiten en la sala... Emborracharte con los gringos también podría ser una salida.
Si no puedes contra la peste... inmunízate.

Anónimo dijo...

Pobrecito, no me cuentes en este tono lo del horario infame y el frío, que me llegas al corazoncito.

Ánimo, que fortaleza te sobra.

Besos orgiásticos.