06 octubre, 2009

Capítulo 127 (El Apestado)



Hubo un robo en mi trabajo, y estoy bajo investigación. Mi jefe, que ha intentado darme un espaldarazo, sostiene que son procedimientos judiciales que debe y debemos cumplir todos los que ahí trabajamos, pero me siento herido pues lo último que se me ocurría es morder la mano de quien me da de comer.

El culpable, a todas luces, es un pobre tipo. Un pobre tipo con aires de grandeza, lo que no hace más que demostrar su pequeñez. El tipo se hizo de la clave de la caja fuerte, que solamente la tiene el jefe, de forma subrepticia, agazapándose tras de él cuando este abría el mamotreto para entregar las pertenencias de algún cliente.

Hemos llegado a tal conclusión porque el tipo desapareció, demostrando con ello su culpa, y dejando a mi jefe con una deuda superior a los mil dólares, que después de todo no es mucho, aunque sí incalculable.

Después de todo el era custodio de los valores ahí depositados y si los huéspedes a quien se les sustrajo el dinero hubieran querido denunciarlo, él hubiera aparecido como el único responsable. Por eso tuvo que devolver los valores, con enorme esfuerzo, lo reconozco. Además corre el riesgo de que los huéspedes corran la bola en Internet y con ello los futuros posibles clientes huyan en desbandada.

El pestilente ladrón usa coleta, es medio cojo y vende la imagen de un gran intelectual incomprendido. Trabajaba por las noches, lo hizo por más de siete meses, hasta que dio el golpe. Decía, y ahora ya nadie le cree, que era profesor de algunos colegio en Quito, que daba clases en la Universidad, que estaba escribiendo no sé que novela sobre Leonardo Da Vinci en Ecuador (vaya tontería). Así que si por ahí lo ven, si los mira sin hacerlo de frente, si les da una mano escurridiza, tengan cuidado.

5 comentarios:

Unknown dijo...

Gana visitas 100% Ecuatorianas..

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radicaLibre dijo...

No soy de los que se fijan en la apariencia para juzgar a las personas, pero definitivamente, el apretón de manos y la mirada dicen todo de uno, saludos.

LOLA dijo...

HMMMMMMMMMMMMMM....HMMMMMMMMMM..ALGO DE GLAMOUR DEBE TENER EL CHORO....O SI NO SERÍA UNO MÁS DEL MONTÓN.

LOLA CIENFUEGOS

Unknown dijo...

De malas, como se le va a ocurrir; morder la mano que da de comer, como bien dices.

A ratos, como que me suele entrar el espíritu de justicia; pero quien realmente sabe que significa eso.

Javier Tissera dijo...

"morder la mano que nos da de comer"... que frase tan pedorra, con ella domesticaron a millones de esclavos durante cientos de años.
Hay que morder la mano siempre de quien se hace millonario con nuestro hambre... (aunque este no sea el caso) jaja... digo...
salutes