10 marzo, 2010

Capítulo 136 (El Apestado)

Fui, por trámites ajenos a mi apestosa vida, a una oficina privada, a una pública y a otra más. En todas ellas los guardias, privados, me exigieron la cédula de ciudadanía para dejarme pasar a pesar de haber sido anunciado en dos de esas oficinas y haber recibido la invitación a pasar. Tras salir de la última oficina, dejé olvidada mi cédula y no me di cuenta de ello hasta que volví a necesitarla, varios días después.
Claro, regresé al edifico, pero el guardia ya era otro, y el que estaba, nada sabía de mi cédula. Pedí que me dejaran subir para dejar constancia del hecho en la oficina que había visitado días atrás, pero se me solicitó la cédula para dejarme pasar.

- Cuál cédula, si debería estar aquí.
- No puedo dejarle pasar si no me deja su cédula
- Le dejo mi papeleta de votación
- No, la cédula
- La cédula debería estar aquí, yo se la dejé al guardia que estaba en su mismo puesto el jueves pasado entre las 11h00 y las 11h45.
- Si no se retira señor, llamo a mis supervisores para que lo saquen de aquí
- Mejor llame a la policía para hacer la denuncia por el robo de mi cédula en este mismo lugar

La cosa se puso fea, mandé a la mierda al guardia, salí a empujones del lugar y me quedé sin cédula. Tuve que hacer una denuncia en una comisaría pero al parecer esto es cuestión de todos los días. Ante mi observación frente al funcionario de turno que solo la policía es la autorizada a pedir cédula, obtuve su silencio. Luego me extendió la denuncia para que la firme. Me dijo que volviera para el seguimiento, pero que mejor sería que me acercara al registro civil, a casi cuarenta kilómetros de mi casa, para señalar la pérdida y que de esa manera evitara suplantaciones futuras.
Esto de que los guardias privados tengan la potestad de pedir la cédula de ciudadanía para dejarlo a uno ingresar a cualquier parte, es un abuso sin corrección que apesta. ¿Acaso alguien, alguno de esos apestosos políticos que dicen representarnos ha pensado en la posibilidad de prohibir, mediante ley, tales abusos? ¡Qué va, a ellos nadie les pide la cédula!

(Últimos días para que voten por mi aquí)

5 comentarios:

Juan Sebastián Utreras-Carrera dijo...

Ecuador es Tierra de Nadie. Suficiente he escrito al respecto. Pero abundo en ello aquí otra vez. No existe respeto a los demás, todos se sienten la mamá de Tarzán. La ley es letra muerta y no hay a quién se pueda acudir. La sensación de desamparo es abrumadora. Una pena. Lo de tu cédula, un evento mas, que se suma a la real y verdadera pestilencia que embarga a la sociedad ecuatoriana.

Anónimo dijo...

pobre hombre.....
amigo... te evitarias tantos problemas, si fueras agradecido con tu mujer, tu hijo y tu vida en general. el mundo es solo un reflejo de como eres en tu interior. intenta caminar con humildad y con sinceridad en tu corazon, y en la medida que cambies tu percepción de la realidad, la realidad cambiara para ti, pero actua con rapidez, puede que la vida te de lo que tanto pides a gritos y en verdad te ponga un problema grueso.. mejor es sacudirse y mirar con optimismo esta vida... piensalo.

Jorge Luis Pérez Armijos dijo...

Hora de una cédula nueva, parece.

Anónimo dijo...

Hello. And Bye.

Endivio Roquefort I dijo...

Y es que hay que revisar los prejuicios acerca de lo que es necesario para el funcionamiento de "la sociedad", ese ente de por sí soberbiamente innecesaria. La exigencia de un documento de identidad es una ridiculez. En Inglaterra no existe tal documento y nadie lo echa de menos, salvo los políticos por supuesto. Que lo exijan los guardias de seguridad ya es el colmo, pero intenta decirlo a los políticos de aquí que casi todos viven en burbujas con guardianía privada.