23 septiembre, 2009

Capítulo 125 (El Apestado)



La verdad es que ya no sé de que mismo escribir en este apestoso blog. Resulta que cuando relato las benevolencias que de vez en cuando la vida me otorga, los lectores huyen en desbandada.

Es por eso que he pensado seriamente en retirarme, dejar esta aventura bloguera en el pasado y matar a este espacio con el olvido.

Pero algo en lo profundo de mi me dice que no me apresure, que lo piense, que hay muchas cosas sobre las que desvariar, muchos eventos que merecen una blasfemia, un pestilente puntillazo, y que el encono que guardo en mi pecho, al menos, me ha otorgado la capacidad de referirme a las cosas con estilo propio, aunque a veces este sea muy pestilente.

Pero también reflexiono a este respecto y me digo a mi mismo que mi opinión, sobre hechos ajenos a mi propia historia, no interesa a nadie, o a casi nadie.

Así que estoy en esta apestosa disyuntiva a la espera de que los comentarios que este capítulo genere, me digan la vía por la que debo transitar: el olvido o el relato de la eterna camorra que mantengo con la vida. Ustedes dirán.

19 comentarios:

Nadia dijo...

tus comentarios apestosos o no son para mí siempre esperados.... largamente esperados.

Anónimo dijo...

lo apreciable de leerte es en sí tu manera de contarlo, si son pestilencias o no, creo que no debe influir en la capacidad de apreciar la lectura que nos proporcionas, asi que escribe lo que se te ocurra de tu apestosa o venturosa vida que aquí seguiremos.

Saulo Ariel dijo...

Tus gemidos lastimeros me hacen reír. La cuestión es simple bloggero apestoso. Pregúntate para qué escribes. Escribes para caerle bien a la masa estulta que entra a decirte: "Hola, apesti, me incluyo en tu lista de seguidores, tú registate en mi lista, giao".
O escribes porque sientes que tienes que gritarle a la cara algo a este puto mundo social de porquería.
Lo único que te puedo decir es que si vas a escribir cosas interesantes y racionales, me daré una vuelta de vez en cuando; pero, si vas a empezar a escribir basura para engordar a la masa, por mi puedes coger tus tereques y largarte.

martin romaña dijo...

Yo voto por el relato de la eterna camorra que mantienes con la vida, apestosa... Y el olvido a los comentarios que no generan algo positivo en ti.
Saludos

Jorge Luis Pérez Armijos dijo...

Se dice que en general, 1 de cada 7 lectores se sienten motivados a comentar. Cuando escribes algo menos apestoso, es normal que la gente reaccione menos-- lo que no quiere decir que no lo disfrute. Ahora que has llamado a comentar, ¿ves cuánta gente lo hace?

Caminante dijo...

Yo voto porque te quedes. Por favor!

Kojudo Mayor dijo...

Sucumbiendo, al igual que los que me preceden, a tu irresistible invitación a comentar, lo cual, per se, probablemente provea la respuesta a tu interrogante, debo declarar:

Sea lo que sea que escribas, si decides hacerlo, no lo hagas en base al "rating" o preferencias de la gente. Convertirse en mercader de sus propias palabras es lo peor que puede acaecerle a la originalidad y espontaneidad de las ideas que uno pretende plasmar.

No creo que sea buena idea, por lo tanto, preguntar cual feria de la alegría, si te quedas o te vas. Absurdo.

Y peor todavía consultar sobre qué deberías escribir.

Si la gente lee lo que escribes, es porque algo interesante y/o estimulante han de hallar en tus palabras.

Por mi parte, cuando escribes algo sobre la omnipresente resulta muy entretenido; por el contrario es bastante cansón leer demasiado lamento lastimero de oculta autocomplacencia en tu miseria, a la que tu tildas de pestilencia. De cualquier modo, lo que unos gusten/gustemos de tus escritos, debería ser irrelevante para motivar tu accionar.

Endivio Roquefort I dijo...

Tienes lectores. Tienes estilo propio, inconfundible en ocasiones. Tienes demonios. Si no te basta con todo eso, no eres escritor.

Anónimo dijo...

Quédante entre los que regularmente esperamos tus vahosas notas. Nos has metido en tu vida y aunque sea de a poquitos la seguimos.

Anónimo dijo...

siga escribiendo hermano, siempre busco leerlo.

Sebastián dijo...

Este blog tiene una pequeña escencia de friky y bizarro.

Larga vida al blog del apestado!!!

prisionero #12 dijo...

¬¬ y yo que recién lo vine a encontrar.
Ni hago los deberes por leer las entradas desde la 1... hasta la sesenta y algo...

Anónimo dijo...

As far as I am concern you are my favourite anti-heroe, and I hate the idea of not seen you from time to time. By the way, I really really don't believe that EVERYTHING happen to you, I think you have created this wonderful charater out of your talent. go on then!

Carlos dijo...

Aguante Apestado!!

Anónimo dijo...

Sin animo de ofender, pero cuando empece en el mundo blogger hace unos dos años, pase por este blogger y tenía el mismo contenido!; que lamentable que en 2 años tu manera de ver la vida siga siendo la misma, con el mismo sentido de sentir y trasmitir que la vida apesta.

Busca a Jesus y el cambiará tu vida.

Unknown dijo...

Dieciséis comentarios, eh?
Y te quejas que nadie te visita.
Sean buenos, sean malos, esto es un indicador de gente que te lee porque les gusta leerte. Así que arriba la ñata y a seguirle dando, estimado. Ah, y no sé si te percataste, pero los dos meses anteriores fue como una caída de musa de no sólo tú, sino muchísimos bloggers, algunos inclusive cerrando sus bitácoras.
Pero ya nos vamos recuperando.
Un abrazo.

Fatima dijo...

"Resulta que cuando relato las benevolencias que de vez en cuando la vida me otorga, los lectores huyen en desbandada."

Pero apestoso, ¡la vida nunca te da benevolencias!!!!

Es broma, un abrazo.

Mr. H3rv45 dijo...

El silencio es la opción de la mayoría... prefiero apestar a fundir mi olor con el del resto.

Arturo Cervantes dijo...

No me conviene que lo cierres. Dedico media hora diaria a leer todos los capítulos (voy por el número treinta, creo). ¡Demasiado tarde descubrí este blog!