Capítulo 59
Que no me vengan a decir retrógrado o “el mismo de siempre”, ni que se busquen ningún apestoso calificativo para tratarme después de lo que diré: me quedé sin trabajo porque, con el caos que se vive en este mi país casi imaginario, no hay turista que quiera venir a visitarlo. O al menos eso es lo que me dice mi patrón luego de recibir varias cancelaciones a las reservaciones del mes de febrero.
Efectivamente, mi patrón ha decidido darme vacaciones sin paga hasta que la cosa se mejore. El mismo hará el trabajo nocturno de guardia en el hostal luego de que varias personas, sin argumentos, han cancelado sus reservaciones para los días posteriores al Carnaval. La interpretación del jefe es de que todo se debe al caos interno que vive el país y cuyas imágenes dan vuelta al mundo a través de los noticieros que enseñan ciudades incendiadas (Vínces), periodistas heridas con casquillos de bombas lacrimógenas, huidas cobardes de los diputados y los artículos, esos sí retrógrados, de Montaner que nos hacen ver como a unos pobres idiotas que lo único que intentamos es instalar una soviet republik en pleno siglo XXI.
Y bueno, puede que tras el feriado de Carnaval las cosas cambien y conserve, quién sabe por cuánto tiempo, mi humilde trabajo de guardia nocturno de un hostal.
Hasta entonces, me encuentro gozando del calentamiento global.
Macarena se pone furiosa conmigo cada vez que bromeo con esto del calentamiento global. ¡Que viva el calentamiento global!, grito en alguna tarde que el sol, en pleno invierno, nos deja salir en mangas de camisa, gafas y el alma iluminada.
Yo le digo que según las estadísticas, en unos 20 años, se nos conocerá como la ciudad de la eterna primavera, que pronto ya no necesitaremos chaquetas, que ella podrá lucir sus majestuosas piernas desnudas incluso en la noche y que si las cosas nos sonríen, pronto el mar llegará a los valles y Quito se convertirá, entonces y solo entonces, en la ciudad que merece ser, sin ese apestoso frío en nuestras espaldas.
Claro que todo esto es una gran mamadera de gallo, pero gozo viendo a Macarena irritarse sin razón.
Que no me vengan a decir retrógrado o “el mismo de siempre”, ni que se busquen ningún apestoso calificativo para tratarme después de lo que diré: me quedé sin trabajo porque, con el caos que se vive en este mi país casi imaginario, no hay turista que quiera venir a visitarlo. O al menos eso es lo que me dice mi patrón luego de recibir varias cancelaciones a las reservaciones del mes de febrero.
Efectivamente, mi patrón ha decidido darme vacaciones sin paga hasta que la cosa se mejore. El mismo hará el trabajo nocturno de guardia en el hostal luego de que varias personas, sin argumentos, han cancelado sus reservaciones para los días posteriores al Carnaval. La interpretación del jefe es de que todo se debe al caos interno que vive el país y cuyas imágenes dan vuelta al mundo a través de los noticieros que enseñan ciudades incendiadas (Vínces), periodistas heridas con casquillos de bombas lacrimógenas, huidas cobardes de los diputados y los artículos, esos sí retrógrados, de Montaner que nos hacen ver como a unos pobres idiotas que lo único que intentamos es instalar una soviet republik en pleno siglo XXI.
Y bueno, puede que tras el feriado de Carnaval las cosas cambien y conserve, quién sabe por cuánto tiempo, mi humilde trabajo de guardia nocturno de un hostal.
Hasta entonces, me encuentro gozando del calentamiento global.
Macarena se pone furiosa conmigo cada vez que bromeo con esto del calentamiento global. ¡Que viva el calentamiento global!, grito en alguna tarde que el sol, en pleno invierno, nos deja salir en mangas de camisa, gafas y el alma iluminada.
Yo le digo que según las estadísticas, en unos 20 años, se nos conocerá como la ciudad de la eterna primavera, que pronto ya no necesitaremos chaquetas, que ella podrá lucir sus majestuosas piernas desnudas incluso en la noche y que si las cosas nos sonríen, pronto el mar llegará a los valles y Quito se convertirá, entonces y solo entonces, en la ciudad que merece ser, sin ese apestoso frío en nuestras espaldas.
Claro que todo esto es una gran mamadera de gallo, pero gozo viendo a Macarena irritarse sin razón.
16 comentarios:
la "gran mamamdera de gallo" con la que estás volviendo loca a tu esposa no está tan alejada de la realidad que las próximas generaciones vivirán
es el final.
Hola :)
Realmente nos has hecho reír leyéndote.
Saludos.
...supongo que al menos tendrás mas tiempo para postear.
Animo bro...con el calentamiento global así en menos de 20 años, reservas de turistas a full en futuros carnavales con la playa en Sangolquí...jaja, hornado en vez de ceviche.
Nunca es malo algo de humor, pero en el plano serio esto del calentamiento es una bomba que ya estalló, espero no estar en esta humeante cloaca ya para entonces, me apenan mi chamo y sobrina.
Saludos.
Mientras, dedícate a disfrutar, el trabajo es una maldición que siempre aparecerá de nuevo en tu vida.
a trujillo lo llaman la ciudad de la eterna primavera. no se si es cierto, no he ido.
Fuuu, la peste del calentamiento...
Ya tienes link, apestoso!
Un abrazo!
Chevere este blog, eres un gran escritor Apestado.
Estas cordialmente linkeado a mi blog, espero que sigas escribiendo mas y que tu situacion se ponga cada dia mejor pana.
Muy buen post como siempre!
Realmente esto del calentamiento es un problema latente en el mundo, y quizas tu broma no este tan alejada de la realidad... pero es muy probable que esto ayude a que Quito tenga un mejor desarrollo, la gente a veces prefiere el clima calido, seguramente esto se hara en las proximas generaciones, mientras tanto.. no te preocupes!!
Uhy! Me ha encantado este espacio!! :P
Que mal que te hayas quedado sin trabajo! No es justo.! Lo bueno, es que te queda humor pqara llevarle! :S
Animo! Las cosas pasan por una razòn! Un abrazo desde Venezuela! Y deja de estar molestando a Macarena vale! JAJA
Un abrazo!!
el calentamiento global !apesta!
¿No hay turista en Quito? El mundo esta mal, a ver si Mel Gibson hace una pelicula sobre los incas
Jesus
Saludos, Apes.
Espero que pronto vuelva el trabajo...
bueno hermano por lo menos disfrutas el calentamiento . aca en la yoni en cambio hace un pacheco del carajo... quiero mi paissssss.....
el inicio del fin , no?, haber si lees mi blog yo tambien comente sobre eso del calentamiento global, creo q a todos nos preocupa pero nadie va a hacer nada porq todos somo unos egoistas, el sistema nos obliga a correr y mirar a un solo punto , sino no comemos y no gozamos de todos clase objeto q se comercializa pero en realidad no necesitamos.
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